El Palacio Casa Tilly

EL PALACIO DE CASA TILLY: HISTORIA DE CARTAGENA

         En Cartagena se encontraba ubicada, desde 1668, siendo rey Carlos II, El Hechizado, el último monarca de la casa de Austria, la base de la Armada de Galeras de España, para cuyo mando fue designado, en 1717, el que sería V Conde de Fernán Núñez, José Diego Gutiérrez de los Ríos Zapata de Mendoza, nacido en 1669 y que falleció en 1749, quien se instaló tras su llegada a nuestra ciudad en la Casa Palacio que, donde ahora se ubica el Casino de Cartagena, se situaba en los primeros años del Siglo XVIII.

         Sería el Conde de Fernán Núñez el último Capitán General de la Armada de Galeras, por disolverse este cuerpo en 1746 por orden del rey Fernando VI, al considerarse las galeras unos navíos anticuados.

         En este Palacio nació el 11 de julio de 1742 su hijo, Carlos Gutiérrez de los Ríos de Rohan Charot, VI Conde de Fernán Núñez, Embajador del rey Carlos III en la corte de Lisboa en 1778 y en 1886 en el París de la Revolución Francesa, y que recibió del citado Rey, por sus servicios a la Corona, el preciado Toisón de Oro, la más alta condecoración de la Monarquía española.

         El VI Conde de Fernán Núñez fue uno de los más relevantes representantes de la Ilustración española.

         El I Marqués de Casa Tilly, Francisco Javier Everardo-Tilly y García de Paredes, Capitán General de la Armada, y Alcalde Regidor perpetuo de Cartagena, oficio éste que heredó de su suegro D. Fulgencio Panés y Ratto, compró al Conde de Fernán Núñez el antiguo Palacio y adquirió igualmente otros edificios colindantes en 1762 y construyó su nueva Casa Palacio en el estilo barroco propio de su tiempo.

         Le sucedió a su muerte, en 1795, en el título y como ocupante del Palacio, su hija, María Pascuala Everardo-Tilly y Panés, casada con Francisco de Borja de Borja y Poyo, II Marqués de Camachos (del Reino de las Dos Sicilias), también Capitán General de la Armada y que igualmente sucedió a su suegro, el primer Marqués de Casa Tilly, como Regidor perpetuo de Cartagena.

         A partir de este momento se inició la época de mayor esplendor del Palacio, produciéndose incluso la visita de Carlos IV y la de otros miembros de la realeza y aristocracia.

         Pero el General Borja era amigo de Godoy, y fue por ello acusado de afrancesado al inicio de la Guerra de la Independencia, cuando contaba ya la edad de 75 años, siendo destituido el 22 de mayo de 1808 por la Junta de Salvación de Cartagena de sus cargos de Capitán General y Regidor perpetuo.

         Pocos días después, el 10 de junio de 1808, ante la llegada de las turbas a la puerta de este Palacio pidiendo su ejecución por traición, el Marqués, a pesar de su edad, consiguió huir por los tejados hasta llegar a las puertas del Arsenal, en la Plaza del Rey.

         Se encontró las puertas cerradas, y, a pesar de sus llamadas de socorro, la guardia no le franqueó el paso, siendo alcanzado allí por la multitud y pasado a cuchillo hasta su muerte.

         El General Borja se encuentra enterrado en la Basílica de la Caridad de nuestra ciudad, junto con su esposa, la Marquesa de Casa Tilly.

         Tras el asesinato del General Borja, la Marquesa de Casa Tilly marchó del Palacio, trasladándose a otro que tenía en la ciudad, y el edificio, abandonado, y dañado por los terremotos que afectaron al Sureste español entre 1825 y 1830, fue deteriorándose hasta alcanzar estado de ruina.

         María Pascuala falleció en Cartagena en 1830, sucediéndole en el título su nieta, hija de su hijo premuerto en 1803 en una epidemia que asoló la ciudad, María Dolores Borja y Fernández Buenache, quien, con el resto de su familia, se trasladó fuera de Cartagena en 1836, tras la Desamortización, que conllevó la pérdida del privilegio, que en aquel momento ostentaba su esposo, como Regidor perpetuo de la ciudad y las rentas que el oficio conllevaba.

         Posteriormente, a mitad de ese siglo, el Casino concertó con los herederos de Casa Tilly el arrendamiento el inmueble, y, después de ser objeto de subasta el Palacio por litigios testamentarios de la familia propietaria, se procedió a la compra, que se formalizaó en 1890.

         Se trata, por tanto, de un edificio HISTÓRICO en el sentido más literal y estricto de la palabra.

         El Palacio fue declarado BIEN DE INTERÉS CULTURAL, con categoría de MONUMENTO, por Decreto 90/2009, de 30 de abril, del Consejo de Gobierno de la Región de Murcia, abarcando la declaración tanto al edificio como a la mayor parte de su contenido.

         A la misma entrada del Palacio nos encontramos con dos placas aparentemente contradictorias: En la Portada, a la derecha, veremos una que dice “Palacio Casa Tilly, Siglo XVIII”; y abajo, en el suelo ante la puerta, otras, sin embargo, mantiene “Palacio Casa Tilly, 1897, Víctor Beltrí”.

         La contradicción tiene fácil explicación: la portada es barroca; pero es lo único visible que queda del Siglo XVIII. Con motivo de restauraciones recientes se han localizado restos de lo que era el antiguo palacio barroco, pero se optó por mantener la integridad modernista, por ser de superior calidad a la edificación anterior.

         Eso sí, la portada barroca es de calidad excepcional.

         El edificio hoy, y desde finales del Siglo XIX, es una construcción que se acomoda a los cánones del Modernismo.

         El Casino de Cartagena forma parte de la Ruta Modernista de Cartagena, como señala una segunda placa en el suelo delante de la puerta principal.

         Esta ruta está integrada por 14 edificios, desde la Estación de Ferrocarril hasta el Ayuntamiento.

         El Casino es uno de los pocos que mantiene su interior y su mobiliario en su mayor parte originales.

         La reforma de que fue objeto el edificio a finales del Siglo XIX, que le otorgó su actual configuración, se debe fundamentalmente al arquitecto Víctor Beltrí Roqueta, aunque también se produjo alguna intervención por parte del arquitecto Francisco de Paula Oliver Rolandi.